Reacciona

Ayer estuve en la presentación del libro "Reacciona" en Sevilla. Esta publicación es una de tantas que han visto la luz en los últimos meses convocando a una reacción de la sociedad ante las "soluciones" que nuestros gobernantes están tomando para salir de la crisis. El hecho diferencial de esta publicación con respecto a otras muchas es la relevante lista de intervinientes en la redacción de sus capítulos. Estas personas son muy conocidas en sus respectivos ámbitos de trabajo y, algunos de ellos, tienen una notable relevancia pública. Me gustaría destacar entre ellos a José Luis Sampedro y a Ignacio Escolar.
No es casualidad que haya decidido nombrar a estas dos personas precisamente. Ambos representan a dos generaciones de españoles bien diferentes. El uno, ya mayor, impenitente luchador y escritor de calidad; el otro, incipiente creador de opinión, defensor de la forma de pensar y actuar de la primera generación nacida en democracia.

La presentación fue muy bien. Se criticó esencialmente a las soluciones adoptadas en contra de la ciudadanía y en favor de los intereses del capitalismo financiero para salir de la crisis y se habló del papel de los medios de comunicación en difundir opiniones no demostradas de aquéllos que detentan el poder político y económico.



Se habló, por tanto, de la enorme potencia de los medios tradicionales para difundir mentiras sobre nuestra situación y sobre las posibles salidas que tenemos como sociedad a la crisis actual. Se incidió, igualmente, en la capacidad que poseemos como ciudadanía organizada para no conformarnos con las recetas que nos quieren vender. Se habló de las herramientas que tenemos a nuestra disposición, particularmente de internet, y de algunos temas relacionados con la crisis de la deuda soberana de los países.

Fue, en fin, un acto refrescante, positivo y generador de energías.

No obstante, no se mencionó algo que me resulta cada vez más necesario: la lucha contra el olvido. Las columnas de Ignacio Escolar son una vacuna contra el olvido notablemente útil. Frecuentemente olvidamos quiénes son realmente los protagonistas de la realidad política y económica cotidiana y, por tanto, no nos extraña ver a, por ejmplo, el líder de la oposición acusar al Presidente del Gobierno de mentir reiteradamente, cuando todavía retumba en mi particular caja de los recuerdos a él mismo hablando sobre unos "hilillos de plastilina" para describir la situación en el accidente del Prestige.

Hace falta recordar, no olvidar, para saber por qué la actualidad tiene el color que tiene y por qué pasan las cosas que pasan. Necesitamos que nos cuenten lo que está pasando, pero también que nos recuerden lo que ya pasó. Necesitamos que nos digan por qué las recetas dominantes para salir de la crisis coinciden en proponer sacrificios a la mayoría a la vez que bajar impuestos a una exigua minoría que no necesita ayuda económica para llegar a fin de mes. Necesitamos que nos narren de dónde vienen esas ideas económicas liberales, a quién benefician y cuáles serán las relaciones sociales que se moldearán en el futuro a consecuencia de su aplicación. Porque sí. Es cierto que estas recetas ya fueron aplicadas con resultados catastróficos en todos los casos.

Termino la narración sobre un acto de presentación de un libro con la recomendación de la lectura de otro. Para conocer la historia de la aplicación de la doctrina económica neoliberal desde el principio de la década de los setenta y sus reiterados fracasos hay que leer "La doctrina del shock". Este libro de la periodista canadiense Naomi Klein es de obligada lectura para todos aquellos que pretendan conocer de dónde vienen estos lodos. Afortunadamente, también está próximo a estrenarse, si no se ha estrenado ya, un documental basado en el libro, para todos aquellos que no tengan tiempo de "meterse" 800 páginas de historia económica.